Un tercio de las rutas internacionales de tráfico de mujeres brasileñas con fines de explotación sexual tienen a España como destino final. Entran en la UE a través de los aeropuertos portugueses de Oporto y Lisboa, así como el de Madrid. Desde allí, se desplazan hasta los clubes donde ejercerán la prostitución. Cuando los controles en las aduanas son más estrictos, las redes recurren a otros países europeos, desde son finalmente trasladadas por tren o carretera a España. En el mapa se muestran algunas regiones donde la presencia de brasileñas es notable, aunque también pueden encontrarse en otros locales de alterne esparcidos por la península.
martes, 14 de octubre de 2008
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