martes, 30 de septiembre de 2008

Italia asesta un duro golpe a la mafia napolitana tras matanza de africanos


Un centenar de presuntos miembros de la mafia napolitana, entre ellos varios sospechosos de la matanza de Castel Volturno, que el 18 de septiembre causó la muerte de seis africanos, fueron detenidos el martes en Nápoles (sur), anunciaron las fuerzas del orden.
"La guerra contra la Camorra continuará, seguiremos presionando hasta ganar. Ha sido la primera respuesta a la guerra declarada contra el Estado", declaró satisfecho el ministro del Interior, Roberto Maroni.
En una serie de operaciones realizadas en las cercanías de Nápoles contra la organización criminal y en particular contra el temido clan de los Casalesi, acusado de haber organizado la brutal matanza de los africanos, la policía ejecutó 107 órdenes de captura y se incautó de bienes por un valor de 100 millones de euros.
"Ha sido una de las operaciones más brillantes e importantes realizadas conjuntamente por todas las ramas de la policía", aseguró el comandante de la Guardia de Finanzas, Cosimo D'Arrigo.
De las órdenes de captura, unas 70 fueron aplicadas a personas que se encontraban ya detenidas.
Han sido arrestados numerosos "capos" de zonas y responsables de delitos conectados con las actividades de la mafia napolitana, en particular el tráfico de droga, la prostitución y la extorsión.
"Se ha confirmado el valor de las instituciones y de la legalidad", escribió en un mensaje de felicitaciones el presidente de la República, Giorgio Napolitano, originario de esa región.
La banda del terror, como calificaron al clan Casalesi, que con la matanza de los africanos quiso imponer su supremacía en esa región, fue golpeada directamente en el corazón.
Según el diario La Repubblica, el único que aún se encuentra en libertad es el jefe de la banda, Giuseppe Setola, sobre el que pesa una medida de detención de la antimafia y cuyo imperio económico fue embargado.
Le fueron confiscados más de diez millones de euros, entre apartamentos, empresas de construcción y tiendas.
Entre los detenidos figuran dos líderes históricos del clan, Antonio Iovine y Michele Zagaria.
Según el jefe de la policía italiana Antonio Manganelli, entre los exponentes de la banda que aún se encuentran libres hay cinco delincuentes que se esconden con explosivos, pistolas y fusiles kalashnikov.
Se encuentra también detenida Giuseppina Nappa (48 años), esposa del jefe del clan Casalesi Francesco "Sandokan" Schiavone, de 55 años de edad, encarcelado desde 1998 y condenado a prisión perpetua.
Nappa ha sido acusada de administrar el dinero que el clan distribuía a los allegados de los mafiosos presos.
El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, anunció que las fuerzas de paracaidistas dispondrán a partir del miércoles de dos puestos de control en Castel Volturno.
Se trata del primer grupo de 500 soldados que comenzará a operar a partir del 4 de octubre en la región sureña de Campania para combatir a la mafia napolitana, popularmente conocida como la Camorra.
"Los soldados saben que no será un paseo. No hay tarea fácil, están bien entrenados", aseguró el ministro.
Además de los militares, el gobierno conservador de Silvio Berlusconi cuenta con unos 400 agentes más, entre policías y carabineros, los cuales llegaron la semana pasada a la región de Nápoles para reforzar la vigilancia.
La guerra desatada por el clan de los Casalesi, la banda más violenta de la mafia napolitana, contra los inmigrantes africanos que residen en esa región, preocupa a las autoridades italianas, que reaccionaron con mano dura.

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