sábado, 17 de noviembre de 2007

El consumo de cocaína ya genera más urgencias hospitalarias que el alcohol

La cocaína ya es la droga, tanto legal como ilegal, que más urgencias hospitalarias provoca en España. Así lo reveló ayer en Cambados el subdirector xeral de Saúde Mental e Drogodependencias de la Consellería de Sanidade, Víctor Pedreira, que participó en la primera jornada del foro de la Fundación Galega contra o Narcotráfico (FGCN).
Según los datos facilitados por Pedreira, la cocaína provoca, desde 1999, más urgencias hospitalarias que el alcohol. Así lo afirma un estudio a nivel estatal realizado por el Plan Nacional sobre Drogodependencias. En el caso del último año de referencia, 2002, el 44,7 por ciento de las urgencias atendidas en los centros médicos en relación con el consumo de drogas fueron por cocaína, frente al 35,4 de las afecciones causadas por alcohol.
En opinión de Víctor Pedreira, estos datos relevan hasta que punto la cocaína ha calado en la sociedad, y los estragos que puede hacer en la salud de los consumidores. El subdirector xeral de la Xunta abordó este tema en el auditorio de A Xuventude (Cambados), ante unas 200 personas. Se abrió así el foro de este año de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, y el asunto que se analiza ayer era la prevención y el consumo de cocaína.
El "glamour" social
En sus inicios, la cocaína era una droga que consumía las clases pudientes de la sociedad. Víctor Pedreira explicó que los primeros consumidores de este estupefaciente "era gente de unos treinta y pocos años, con cierto nivel económico y laboral". En su opinión, eso ha motivado que la cocaína tuviese durante mucho tiempo "un cierto halo y glamour porque se asociaba al éxito social". Así, lo que empezó siendo un objeto de ocio para "yuppies" y ejecutivos se ha popularizado también entre jóvenes que apenas superan los veinte años, porque, en opinión de Pedreira, los narcotraficantes optaron por bajar el precio de la cocaína "para hacerla más asequible a otros segmentos de la sociedad".
El subdirector xeral de Saúde Mental procuró también deshacer el mito de que la cocaína es una "droga limpia" que apenas daña la salud del consumidor, como puede hacerlo la heroína o incluso el alcohol. En este sentido, aseveró que "a medio y largo plazo aparecen complicaciones que convierten a la cocaína en una droga especialmente peligrosa".
Pedreira enumeró diversas dolencias que pueden verse agravadas o desencadenadas por el consumo de este narcótico, como taquicardias, arritmias o infartos de miocardio; dolores de cabeza crónicos, tics nerviosos, hemorragias cerebrales y falta de concentración y atención; e incluso episodios psicóticos y problemas severos en el aparato respiratorio.
El subdirector xeral de Saúde Mental afirma también que la cocaína es desde 2003 la droga que más muertes ocasiones por reacciones adversas, ya sea sola o en combinación con la heroína, y que en los últimos años los médicos están notando una llegada importante de personas de entre 30 y 40 años a los que este narcótico empieza a pasar factura. Recordó que suele existir una evolución en el consumo, pasando de ser algo esporádico que se asocia a la diversión, a tomas "sórdidas", en soledad, rodeadas de sentimientos de culpa y de problemas socioeconómicos graves.
Eso sí, el subdirector xeral lanzó un mensaje de esperanza al indicar que, por primera vez en Galicia, se ha detectado un descenso en el consumo entre los jóvenes de 14 a 18 años, y éstos además confiesan que les es más difícil conseguir cocaína. Otro dato que llena de esperanza a Víctor Pedreira, es que ha aumentado en Galicia la edad de inicio en el consumo, pasando de 15,6 años en el penúltimo estudio epidemiológico a 16,3 en el último.
Acudir a profesionales
En la charla de ayer estuvieron también Elisardo Becoña, que es catedrático de Psicología Clínica en la Universidad de Santiago, y el psicólogo y entrenador deportivo Manuel Isorna. Éste último apuntó algunos de los indicios que pueden reconocer los padres para saber si sus hijos pueden estar consumiendo cocaína. Así, habló por ejemplo de cambios bruscos en el comportamiento y la alimentación; actitudes agresivas; bajón repentino en el rendimiento escolar; un aumento considerable en el gasto; o que el joven miente mucho más.
En el caso de que no existan hábitos de comunicación y diálogo previos entre padres e hijos, Isorna recomienda a las familias que acudan a un profesional. El foro de la FGCN se cierra esta noche en el auditorio de Vilagarcía (a las 20,30 horas), con una ponencia sobre las nuevas técnicas de introducción de la droga y los modos de organización de los actuales clanes de narcotraficantes.

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