lunes, 3 de diciembre de 2007

Hasta el papelito de envolver cocaína se vuelve arte en el Salón Regional de Artistas

Nadie pensaría que las hojas de un catálogo de ropa interior femenina, con fotos de mujeres voluptuosas, fueran reutilizadas para envolver el alcaloide, y aún menos que terminaran exhibidas.

Eso pasó en Medellín, en una sede del Museo de Antioquia, donde Juan Fernando Ospina exhibe '130 gramos', obra que consiste en 130 trozos de papel que sirvieron, en la vida real, como envoltura para un gramo del alcaloide.

En la muestra están armados de manera que permiten reconstruir muchas de las fotos de las modelos originales.

Ospina se dio cuenta de que los proveedores de droga usaban estos papeles y corrió la voz, entre los parroquianos de un bar del centro, para que quien tuviera envolturas de 'perico' usadas, las dejara entre un libro, en la bodega del bar. Son tiras de papel que miden unos dos centímetros de ancho y siete de largo.

"La gente que empaca drogas utiliza muchos recursos: bolsitas u hojas de los cuadernos de los hijos, para la marihuana -comenta Ospina-. Dicen que el papel de los catálogos es mas grueso y el 'perico' no se humedece, pero habría muchas cosas que se podrían usar. Estos prefieren los catálogos de Bésame o Touché, en los que aparecen las modelos más bonitas. Me imagino que será para darle un aliciente al cliente".

Muchos respondieron a su convocatoria con tal entusiasmo, que en tres meses recogió los 130 papelitos que fueron dejados en el libro Técnicas de la paciencia, acerca de la labor de los jueces de paz.

"Es casual que fuera ese libro. Luego se volvió significativo. Yo pensé en hacer un collage y que la mujer que iba a rearmar iba a quedar como una de Picasso: un ojo de una, una pierna y el busto de otras. Pero me di cuenta de que unía varios pedazos y formaba partes grandes del mismo cuerpo", comenta Ospina.

Muchos mensajes implícitos

Así armó una buena cantidad de modelos y las pegó en un viejo mueble del bar. Un día Adriana Arenas y Rosa Ángel, dos de las curadoras del Salón Regional Antioquia-occidente, vieron la obra y lo invitaron a participar. Con el permiso del dueño del bar, arrancó el mueble que llevaba años pegado a la pared.

"En esta obra hay muchas cosas implícitas. Una es que se dice que muchas top models han pasado por manos de los narcos. Son sus novias, amigas o amantes, y lo segundo, es que se juntan dos grandes industrias de este país: la de la moda y la de las drogas", concluye.

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