lunes, 13 de octubre de 2008

Una red de proxenetas de BCN se nutría de mujeres rumanas vendidas por sus novios


La red de proxenetas desarticulada por la policía esta semana en el Raval (barrio de Barcelona) se nutría de mujeres rumanas que eran literalmente vendidas por unos supuestos novios con la promesa de trabajar en España.
En esta operación policial, llamada Alejandría, se detuvieron a 44 personas de las que 31 han ingresado ya en prisión por delitos de asociación ilícita, favorecimiento de la prostitución y explotación sexual, entre otros.
La Jefatura Superior de Policía de Catalunya ha informado en un comunicado de que las mujeres eran captadas entre la clase social más necesitada de la región de Pitesi (Rumanía), por hombres que se hacían pasar por sus novios o compañeros, les hacían regalos y las convencían de venir a España a trabajar.
Algunas de las mujeres sabían que venían a prostituirse pero la mayoría eran obligadas a hacerlo cuando llegaban mediante amenazas, coacciones e incluso agresiones físicas.
La policía ha constatado que el día a día de estas mujeres en el barrio del Raval de Barcelona era muy duro y se iniciaba, por regla general, hacia las nueve de la mañana y podía finalizar por la noche, tras ser obligadas a realizar entre diez y doce servicios sexuales.
Trabajaban un mínimo de 22 días al mes a unos 30 euros por servicio, de los que 20 eran para la organización de proxenetas y otros diez para el mueblé en donde los prestaban.
La organización de proxenetas funcionaba en pequeños grupos aparentemente autónomos compuestos por dos o tres víctimas, un controlador y un proxeneta. Cada grupo residía en un domicilio diferente, pero la policía ha podido comprobar que las relaciones y acuerdos entre los grupos y el reparto de calles en las que las mujeres captaban a los clientes se realizaba "al más puro estilo mafioso".

Detenidos varios responsables de 'mueblés'

En esta operación policial también se han detenido a varios responsables de mueblés ya que, aparte de lucrarse económicamente al cobrar 10 euros por cada servicio sexual, se considera que son colaboradores necesarios y testigos de la explotación de las mujeres y, en algunos casos, de los malos tratos que padecían.
La organización de proxenetas operaba, afirma la policía, a nivel internacional ya que se pudo concretar como alguno de los investigados y detenidos durante el periodo sagrado del Ramadán en el que disminuyeron sus beneficios en Barcelona, se desplazaron temporalmente a Italia, en concreto a la ciudad de Bolonia, y también a Irlanda, de dónde procedía uno de los detenidos.
También se tiene constancia del desplazamiento de algunas mujeres a Francia y a Bélgica.

Detención del máximo responsable

El mismo día del inicio de la operación policial en Barcelona, el pasado lunes 6, se detuvo también al máximo responsable de la organización de proxenetas en Bucarest, en coordinación con miembros de la Dirección de Tráfico de Seres Humanos de Rumanía.
Este individuo tenía cursada una orden de detención europea por hechos que tuvieron lugar en Barcelona el 2006, cuando fue desarticulada una organización criminal rumana que controlaba la prostitución en el Raval y la ronda de Sant Antoni de Barcelona, que finalizó con más de 60 detenidos.
Otra persona imputada en estos hechos es una mujer, también natural de Rumanía y máxima responsable de la red criminal en Barcelona y que actualmente ya está en prisión.
En los registros practicados se ha liberado a diez víctimas, una de ellas menor de edad, si bien durante el periodo que ha durado la investigación se ha conseguido identificar casi a cincuenta.
La investigación se inició a principios de este año cuando los policías comprobaron que las mujeres que ejercían la prostitución estaban bajo el férreo control de un mismo clan familiar de origen rumano emparentado y relacionado con otro clan familiar de nacionalidad española

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