jueves, 26 de abril de 2007

ONU sospecha que traficantes acaparan opio

La demanda anual es de 4.500 toneladas y el año pasado solamente Afganistán produjo el récord de 6.500 toneladas, es decir un 30% más de lo que se puede vender globalmente esa materia prima de la heroína.

“En teoría, los precios de la heroína deberían estar por los suelos. Pero, no es así. Entonces ?qué está pasando?”, se pregunta Costa en un artículo que publica bajo su firma el miércoles el diario The Washington Post.

Afirma que el opio no es un producto que desafíe las leyes de la economía, ya que en el 2001 los precios de la heroína subieron 10 veces después que los talibán prácticamente eliminaran su cultivo en zonas del territorio afgano que tenían bajo su control.

Costa dice que pese al exceso, su oficina calcula que este año la producción aumentará otra vez y los precios de la heroína resistirán el incremento.

Afirma que una explicación al fenómeno podría ser que los campesinos están almacenando la droga, pero lo descarta por “improbable”.

“El opio, a diferencia de la cocaína, puede ser almacenado por largo tiempo y servir como una fuente de ahorro, de liquidez o colateral de crédito”, afirma Costa. “?Pero, por qué estarían los campesinos sentados sobre una mercadería de más de 1.000 millones de dólares cuando tienen dificultades para subsistir?”

Otra explicación, según Costa, es que pueden estar emergiendo nuevos mercados para la heroína, particularmente en el Asia, donde se estuviera colocando el excedente de 1.500 toneladas. Si fuera así, se esperarían nuevos decomisos y sobredosis en esa región, pero eso no estaba ocurriendo.

“Entonces ?dónde está el opio?”, se pregunta Costa, funcionario de origen italiano.

El hecho de que el mercado del opio no se haya venido abajo quizás tenga “una explicación más siniestra: los grandes narcotraficantes la están guardando”, agrega.

“Los traficantes de drogas tienen una relación simbiótica con grupos insurgentes y terroristas como los talibán y al-Qaida. La inestabilidad posibilita el cultivo del opio; el opio compra protección y paga por armas y reclutamiento de soldados, todo lo cual crea un ambiente en el cual los barones de la droga, insurgentes y terroristas pueden operan con impunidad”.

“El opio hace posible esta relación oscura. Si las ganancias bajan, estas fuerzas siniestras tienen mucho que perder. Sospecho que los grandes traficantes están guardando los excedentes del opio como protección contra shocks de precios en el futuro y como fuente de financiamiento para futuros ataques, en Afganistán o cualquier otra parte del mundo”.

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