miércoles, 21 de noviembre de 2007

Investigan a un grupo que se vale de rumanos para traficar con droga

El Cuerpo Nacional de Policía de Algeciras y la Guardia Civil sospechan de que hay un grupo organizado que opera en el Estrecho de Gibraltar que se vale de rumanos para pasar droga, principalmente hachís, de un lado al otro. Ambas fuerzas ya han comenzado a investigar.

Razones no le faltan, ya que en los últimos tres-cuatro meses se han detenido a unos setenta rumanos en el control de pasajeros con hachís en el interior de su cuerpo. Los últimos el pasado domingo y fueron siete los que dieron positivo tras ser sometidos a un control.

El número de rumanos que son utilizados para esta labor a cambio de dinero ha aumentado ostensiblemente desde que concluyera la Operación Paso del Estrecho (OPE). Con la última llegada se calcula que hasta setenta son los detenidos. Es lo que ha llevado a las fuerzas de seguridad del Estado a pensar que se trata de un grupo organizado.

El sistema con el que operan suele ser el mismo. Los rumanos que portan la droga en el interior de su organismo, conocidos como culeros, cargan el material en Ceuta y luego tratan de evadir los filtros ceutíes y los de Algeciras. Si logran pasar los dos se desplazan hacia localidades del centro de España o del norte donde se distribuye a través de las ventas ya organizadas.

Hay otras razones para creer que no son personas que de manera individual se lanzan a la aventura de contribuir al tráfico de droga, sino que están coordinados. En una ocasión la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvo de una tacada hasta veinte rumanos que iban en un autocar. Por lo que no se descarta que incluso se fleten hasta excursiones para tal fin.

Las cantidades portadas varían, pero un individuo puede llevar de 700 a 1.200 gramos de hachís alojados en su estómago. Cuando llegan a su destino suelen tomarse laxantes para echar al exterior el material.

A las mujeres que portan la droga se las denomina vagineras. Las hay que se valen de este negocio ilícito como su sustento económico. Por eso no es extraño que algunas mujeres sean habituales en este tipo de tránsito. Por ejemplo el pasado mes de febrero agentes de al Guardia Civil detuvieron en el control de pasajeros a una mujer que procedía de Ceuta y a la que se le imputó un delito contra la salud publica. En concreto, y tras serle practicada una radiografía en el hospital comarcal Punta Europa, se comprobó que llevaba en la vagina 770 gramos de droga, tipo hachís.

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