jueves, 22 de noviembre de 2007

Los europeos consumen cada vez más cocaína

La cocaína se ha vuelto más barata y puede encontrarse prácticamente en cualquier lugar de Europa: el consumo de esta sustancia, dicen en el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, aumenta en el continente.
Durante 2006 se incautaron en Europa 107 toneladas de cocaína: un 45% más que en 2005 y una cifra récord. Estos y otros datos son los que maneja el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, que cada año presenta un informe sobre el consumo de estupefacientes entre los ciudadanos comunitarios.



Las conclusiones del actual estudio son, en lo que a la cocaína se refiere, “espantosas“, dice Wolfgang Götz, director del Observatorio. El polvo blanco ha abandonado los círculos elitistas y se ha extendido a amplias capas de la población. En comparación con los resultados de 2006, aproximadamente un millón más de europeos, unos 4,5 millones de personas, consumen cocaína. La mayoría de ellos son españoles y británicos.



España, país de entrada



Götz matiza que el dramático aumento de las cifras también se debe a que la recopilación de datos para informes anteriores ha sido en muchos casos deficiente. Y, sin embargo, esto no le quita importancia a lo elevado de los números: la cocaína pasa a ocupar el segundo puesto en cantidad de consumidores, después del cannabis, y se calcula que unos 12 millones de europeos la han probado por lo menos una vez en su vida.

En Alemania, 1,4 millones de personas reconocen haber tenido al menos un coqueteo con esta sustancia. España y Gran Bretaña se colocan a la cabeza de las estadísticas: en estos Estados se consume casi el doble que en resto de los comunitarios. Pese a que Portugal está ganando en importancia, España sigue siendo el principal punto de entrada de drogas en la Unión Europea, es el país en el que más incautaciones se realizan y sus jóvenes de entre 15 y 34 años son los primeros compradores.



Un gramo de cocaína puede costar unos 80 dólares, 120 euros. La droga se ha abaratado, pero la fortaleza del euro y el aumento de la demanda han convertido a Europa en un mercado especialmente lucrativo. Con países pobres del oeste africano, Guinea Bissau por ejemplo, como base de almacenamiento, los carteles sudamericanos lo intentan todo para traspasar las fronteras de la Unión.



Algunas buenas noticias



El principal problema del consumo de cocaína en particular, y de drogas ilícitas en general, es que suele llevarse a cabo acompañado de alcohol, comenta Götz: “Si el alcohol se hubiera descubierto hoy, seguramente estaría prohibido”. “Estamos aún muy lejos de haber dado con una solución”, asegura el director.

Y, sin embargo, también hay datos positivos: la heroína y otras sustancias inyectables son menos comunes actualmente en Europa de lo que lo eran en los años 80 o 90, y el consumo de cannabis se ha estabilizado. Lo que no evita que el cannabis se mantenga como la droga más común en el continente.



Cada cuarto europeo ha probado el cannabis por lo menos una vez, tres millones de ciudadanos lo consumen diariamente, lo que supone “un potencial de adicción desconocido hace 10 o 20 años”, dice Götz. Muchos jóvenes, reconoce el director, ni siquiera saben que el cannabis es una droga ilegal, y a la gran mayoría les importa poco. En Alemania, el consumo de esta sustancia se ha reducido en el último año. España es, también aquí, el país líder en demanda.

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